Ministerio  Evangelístico Musical, Palabra de Reconciliación, Inc

Una de las señales de los últimos tiempos, es la maldad y  la falta de amor, aún entre padres e hijos.  El respeto a la moral, el respeto a la vida se ha perdido por completo.  Es muy fácil para un delincuente tomar un arma y quitarle la vida a otra persona.  Es ya parte de la vida diaria, el que se atropelle a alguien en la carretera y lo dejen ahí tirado.  Por cualquier rincón se haya un cadáver.  En todo el mundo estamos viviendo un periodo de violencia que nos deja sin respiración, y nos hace clamar “Oh Jesús, ven pronto”.  Ya no se puede vivir en paz  en este mundo.


He oído a muchos cristianos orando o pedir la oración por la paz  mundial.  Me pregunto si estos hermanitos están al tanto de las profecías escriturales.  No habrá paz  el mundo mientras esté gobernado por los hombres.  Claro está el verdadero cristiano, el verdadero creyente en Jesús, siempre estará en paz, aún en medio de todas estas situaciones tan desesperantes que están sucediendo.  


Queremos paz, es cierto, mas por ahora cada cual debe buscar su paz  individual, paz consigo mismo, con Dios y con los demás.  El mundo esta en guerra y  en tanta violencia por que no hay paz en el corazón de los que se levantan contra la otra nación.  Santiago dice: “De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?  ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?  Codiciáis, y no tenéis; matáis  y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.  Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.  Stgo. 3:1-3.  Es el mismo hombre el que crea los conflictos entre las naciones, y entre sus mismas familias y vecinos, por la falta de amor, por la envidia, como dice Santiago, es una envidia que hace que el alma arda, como si estuviese quemando.  Podríamos decir , que es el mismo fuego del infierno el que arde en


“Los azotes que hieren son medicina para el malo, y el castigo purifica el corazón”.  Prov 20:30

Recibiendo el azote.

En el alma de una persona llena de envidia.  Aún los mismos cristianos, tenemos que luchar contra esta obra de la carne.  


Cuando Dios nos creó, nos creó en perfecta santidad, para tener armonía con todos los hombres.  Fue Satanás el que trajo toda esta discordia que existe y como el hombre (también la mujer), prefieren continuar con una vida sin amor, se deja utilizar por el diablo para destruir todo lo hermoso que Dios ha dispuesto a sus hijos, su perfecta creación.  


El malvado, no solo recibe el azote de sus problemas y ansiedades, también recibe azotes de corrección.  Salomón dice: “ El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y  la vara para la espalda del necio”.  (Prov 26: 3)  El hombre que no recibe la corrección es catalogado como un hombre necio.  Esto no importa cuanto haya estudiado, y  cuanto pueda saber de diversas materias, si no ha procurado obtener la sabiduría que viene de lo alto, toda la enseñanza terrenal que tenga, es perdida total.



Salomón dice:  “Espinos y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos”.  Prov  22:5  Cada día que pasa vivimos este proverbio.  Personas que piensan están “bien paradas”, un día llega otro “mejor parado que él”, y   lo extermina.  Caen en sus propias redes de maldad.  El que vive para hacer maldad, en la maldad muere.  El pecado comenzó en el jardín en Edén, también en esos comienzo entró el asesinato al mundo.  Esto lo vemos en la historia de Caín y Abel.  Con todo y ello, cuando el Señor vio las intenciones de  Caín hacia su hermano le quiso detener: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?  Si bien hiciereis, ¿no serás enaltecido?  Y si no hiciereis bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él?  Gé 4:6-7.   Esto fue una muerte que pudo evitarse.  En nuestros días también se le aconseja a la gente, se le enseña sobre la ley de Jehová, pero aún así, continúan con su maldad.  Se gozan del dolor de los demás.  Salomón dice: “El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es

mas el que aborrece la reprensión es ignorante”.  Prov 12:1  La persona ignorante es capaz de hacer cosas que le hacen daño, pero no quieren entenderlo así.  Siguen pecando sin contemplación alguna.  Sin respeto alguno a Dios.

SUPLICA POR LA LIBERACIÓN

          Salmo 70




Oh Dios. Acude a librarme;

Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

Sean avergonzados y confundidos

Los que buscan mi vida;

Sean vueltos atrás y avergonzados

Los que mi mal desean.

Sean vueltos atrás, en pago de su

Afrenta hecha,

Los que dice: ¡Ah! ¡Ah!


Gócense y alégrense en ti todos

Los que te buscan,

Y digan siempre los que aman tu

Salvación:

Engrandecido sea Dios.


Yo estoy afligido y menesteroso;

Apresúrate a mí, oh Dios.

Ayuda mía y mi libertador eres tú;

Oh Jehová, no te detengas.


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