Ministerio  Evangelístico Musical, Palabra de Reconciliación, Inc

El Avisado

La evolución  es un esfuerzo naturalista por explicar el origen y desarrollo del universo.  Este punto de vista comienza con la suposición de que no hay ningún Creador personal y divino que hizo y formó el mundo; más bien, todo comenzó a existir por una serie de sucesos casuales que ocurrieron durante miles de millones de años.  Los defensores de la evolución afirman que tienen información científica que respalda su hipótesis. (Art. La Creación, Biblia de Estudio de la Vida Plena).


Uno de estos puntos de la evolución, es la suposición de que el hombre ha evolucionado del mono.  Sin embargo por muchos años, se han estado haciendo diversos experimentos o estudios para conducir a esta especie a funcionar como funciona el hombre, y no se ha podido.  Todavía no se ha logrado que un mono hable.  Tal vez realizándole una programación especial a sus neuronas podrían provocar algo diferente.  Sin embargo el hombre, fue creado con todas las neuronas y la formula completa para realizarse por si mismo.  Como dice la Biblia fue creado a la imagen de Dios.  Por lo cual en su desempeño, no tiene nada que ver con un mono.


Podríamos preguntarnos entonces, ¿cuáles son esas razones específicas que Dios ha tenido para la creación del mundo y aún la del humano?

(1)  Dios creó los cielos y la tierra como una manifestación de su gloria, poder y majestad.  (Sal 19:1)  El punto de vista judeocristiano es que el mundo físico manifiesta la gloria y el poder creador de Dios.  Toda la naturaleza manifiesta la grandeza de un Ser Supremo.  Nos muestra que no hay una casualidad en su existencia, sino un propósito específico.    (2)  Dios creó los cielos y la tierra a fin de recibir la gloria y el honor que le corresponden.  El Salmo 148, es una exhortación a la misma creación, a la naturaleza para que alabe a Jehová.  


Dios tenía razones específicas para la creación del mundo.

El propósito de la Creación


Alabad a Jehová desde los cielos; alabadle en las alturas.

Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos.

Alaben el nombre de Jehová; porque él mandó, y fueron creados.

Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada.

Alabad a Jehová desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos;

El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de la tempestad que ejecuta su palabra;

Los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros;

La bestia y todo animal, reptiles y volátiles;

Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra;

Los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños.

Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido.  Su gloria es sobre tierra y cielos.

Él ha exaltado el poderío de su pueblo; alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano.  

Aleluya.


Salmo 148

Exhortación a la creación, para que a alabe a Jehová

Todo organismo en la naturaleza esta llamado a bendecir a Dios.   (3)  Dios creó la tierra a fin de suplir un lugar donde pudieran cumplirse su propósito y sus fines para el género humano. En el capítulo primero del libro de Génesis, esta relatada paso por paso la actividad de la creación.  Cada cosa en su lugar y en su día.  Todo fue creado por la palabra de Dios.  Aunque los científicos nos hablan de la Teoría del Big Bang, y esta es muy interesante, tendríamos que preguntarnos entonces, ¿quién estuvo detrás de los sucesos de este acontecimiento? ¿Cómo y por qué surge tal manifestación del universo?  No hay manera de determinar que todo ha sido un mero accidente.  Hubo un ser superior que provocó este fenomenal desarrollo en lo creado.  Y si el universo fue un mero accidente de una gran explosión habida, la cual produjo lo que hoy conocemos como planetas, estrellas y otros.  Deberíamos entonces preguntarnos, ¿y de dónde salió el hombre? O más aún, ¿de dónde salieron los seres vivientes?  ¿También de una gran explosión en el universo?  Eso nos dice entonces, que en algún lugar en el universo había vida.  Una vida que al seguir su curso el Big Bang podría ser destruida entonces.  Cuando pensamos en todas estas cosas, podemos determinar que detrás de todo evento relacionado con la Creación estaba Dios, el Ser Supremo.  

Es triste ver como la humanidad, entretenida en buscarle “cinco patas al gato”, se está alejando cada día más y más de Dios.  La culminación del propósito de Dios en la creación está registrada en el libro de Apocalipsis, donde Juan describe el fin de la historia con estas palabras: “y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Ap 21:3).



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